Cuando en Navidades anuncié que el 1 de marzo ponía rumbo a Zambia, amigos, conocidos y familiares se lanzaron a preguntarme todo tipo de dudas, hacer infinitas reflexiones y realizar comentarios chistosos sobre la vida en África. Durante los meses que antecedieron a mi viaje, me reafirmé en algo que ya sabía: la sociedad española en general conoce poco o nada de la realidad africana. Sabemos muy poco de su política, economía, sociedad, cultura, tradiciones, forma de vida…. Y encima nos hemos acostumbrado a ver África como una unidad. El continente africano lo conforman 54 países y, desde luego, no todos son iguales.
La primera pregunta que me hicieron y que más me impactó fue: «¿Y vas a vivir en una aldea?» Me chocó la ignorancia generalizada sobre todo un continente. Lo más triste es que esta no fue la última vez que me formularon la misma duda. Incluso ahora, a tres semanas de mi llegada a Livingstone, la gente se sorprende cuando mi respuesta es «¡que no vivo en una aldea!» ¡Vivo en Livingstone, una ciudad de 140.000 habitantes! A esta respuesta le siguen infinitas preguntas sobre si hay coches, carreteras, agua corriente, supermercados, electricidad y toda clase de comodidades. Y cuando además añado que Livingstone cuenta con hoteles e incluso un museo, la sorpresa es incluso mayor.
La otra pregunta estrella ha sido cómo vivo. Lo que más preocupaba era dónde iba a vivir. Pues bien, la casa donde vivimos los voluntarios de Kubuka está en pleno centro. Es una casa de una planta, con dos habitaciones, un salón, baño y cocina con agua corriente. Tenemos hasta jardín y un pequeño huerto que plantamos al poco de llegar. El wifi también existe, aunque es demasiado caro. Diría que vivimos bastante bien.
Y por cierto, sí, en Livingstone también hay bares y discotecas. La gente se divierte los fines de semana, se bebe cerveza y se baila. ¡Y cómo se baila! Estoy empezando a pensar que esta entrada es un poco ridícula, que estoy contando cosas que la gente sabe, y es consciente de cómo es la vida en la mayoría de los países de África. Pero por desgracia a mucha gente le sorprenderá cada línea de este blog.
El nivel de desarrollo en Zambia es bastante más alto de lo que pensamos, al menos en las ciudades. Pero como siempre, no se puede generalizar. A pesar de todas las comodidades, muchos zambianos viven por debajo del umbral de pobreza, en barrios de la periferia de Livingstone, y la educación todavía es un tema pendiente, aunque el esfuerzo de Zambia por hacer de la educación su piedra angular de progreso es envidiable.
Otra de las preguntas que más me marcó fue en relación a la situación de Zambia: «¿Pero África no está en guerra?» Por un momento me alarmé del nivel de desconocimiento y mi respuesta iba a ser un poco borde. Pero entonces reflexioné, y me di cuenta de que el problema no es solo de las personas que me hacían estas preguntas por simple curiosidad. Lo cierto es que España entera se ha olvidado de un continente que está a tan sólo 14 kilómetros de nuestras fronteras. Mi respuesta fue directa: Somalia, Sudán del Sur o la República Democrática del Congo están en guerra, por ejemplo, pero yo vivo en Zambia. ¿Sabíais que Zambia es uno de los países más pacíficos de toda África? ¿Que a diferencia de España nunca ha sufrido una guerra civil? Ucrania está en guerra. ¿Está España en guerra? ¿Francia? ¿Suecia? En el Índice de Paz Global del año 2014 la República de Zambia se situaba en la posición 46 de un total de 162 países, por encima de estados “desarrollados” y “civilizados” como Reino Unido, Korea del Sur o Argentina.
El último comentario que más me llamó la atención fue : «¡Cuidado, no acabes en una olla!», en relación a la imagen de los blancos aventureros que acababan en la olla de alguna tribu caníbal. Obviamente era una broma, pero no dejó de sorprenderme y me recordó a la imagen que seguimos teniendo de África como un continente desconocido, una tierra de nadie. Me recordó bastante al cómic de Tintín en el Congo, que he podido leer doscientas veces.
Hasta aquí mis reflexiones sobre la imagen que tenemos del inmenso continente africano. Espero que os haya resultado interesante y hayáis podido abrir un poco más los ojos. En los próximos días iré contando más cosas acerca de Zambia. No me voy a adelantar, pero en este país se respira mucha paz.
