Don Quijote atraviesa el Níger

Un Don Quijote más moreno de cómo en nuestra cabeza le habíamos imaginado, unos paisajes desérticos muy alejados del tradicional horizonte de Castilla la Mancha; jirafas, hipopótamos y camellos que hacen de improvisados caballos… No nos hemos vuelto locas. Durante el 2016 nuestro más insigne caballero, aquél que lucho contra molinos, viajó a la cuenca del Níger en busca de nueva aventuras.

Las embajadas de Guinea-Conakry, Mali y Níger en colaboración con el AECID iniciaron un proyecto cultural basado en difundir la obra de Cervantes y sus personajes por África Occidental a través del arte. A través de diversos talleres impartidos por Ángel Domingo (Pencil Ilustradores) y Aitor Saraiba (ilustrador) se pusieron los medios necesarios para que tanto artistas, como estudiantes en formación o aficionados pudieran adquirir nuevas técnicas y explotar sus capacidades artísticas.

Para ello se mostró el Quijote en todas las formas imaginables: desde los más clásicos relatos de la obra a audiovisuales y pinturas, así como ilustraciones y cómics, ópera, ballet… Estas versiones nos dan la clave para entender que el Hidalgo de la Mancha es una figura dúctil, que se acomoda a cualquier expresión artística.

Cuando pasamos por delante de las pinturas de los artistas guineanos, malienses y nigerinos impacta ver a la figura más universal de nuestra cultura y nuestra historia totalmente cambiada. Las culturas africanas han sido capaces de crear su propia versión del caballero de la Mancha y los demás personajes, les han hecho suyas, y nos las han devuelto para abrirnos los ojos. Si Don Quijote es la figura más universal, tiene la capacidad de evolucionar e incluso convertirse al Islam ¿Por qué no? Todo tiene cabida dentro del arte y no existen los límites. A través de 70 dibujos Don Quijote de la Mancha se recrea desde el cómic o el lápiz a la pintura en acuarela.

La sincretización y fusión de culturas ha estado muy presente en la región del Sahel, no sólo a nivel cultural, sino también a nivel político, religioso y social. Una característica que marca la historia de gran parte del África Occidental. Gracias a esta exposición en la que descubrimos otro hidalgo (no de la Mancha, sino del Desierto) con su eterno acompañante Sancho o una Dulcinea negra, podemos acercarnos a una fusión cultural maravillosa. Hasta el 12 de Febrero podrán disfrutar de las obras que se exponen en la Galería Etnográfica del Museo. Luego no digan que no avisamos.