Viaje 6: Four stars academy: otra forma de vivir

Cada vez va quedando menos para que vuelva a España. Pensando sobre qué podría escribir me he dado cuenta de que había pasado por alto uno de los proyectos más importantes de Kubuka; uno de los que más impacto ha tenido en la comunidad de Mwandi, otro de los barrios de Livingstone.

Os hablo del proyecto deportivo, una de las estrellas de Kubuka. Actualmente en los campos de Mwandi se juega y se entrena a cuatro deportes: fútbol, voleibol, netball y rugby. Estas cuatro disciplinas conforman Four Stars Academy, encargada de que los vecinos de Mwandi y las comunidades de los alrededores tengan acceso a los deportes, empezando por los más pequeños. ¿Pero por qué un proyecto deportivo?

Nacho, uno de los fundadores de Kubuka, tenía en mente antes de viajar a Zambia que un proyecto deportivo podría ayudar de forma indirecta a través de la importancia del trabajo en equipo, la colaboración y el esfuerzo. Además, el deporte es una barrera de contención muy importante contra los malos hábitos como beber y fumar, uno de los mayores problemas de Mwandi. Para romper esta tendencia, lo mejor era ayudar a construir un club deportivo que se preocupara por los problemas sociales de su comunidad y que además fuera gratis, algo que era realmente necesario dada la situación de muchas familias en esta zona.

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Desde el principio, se pusieron manos a la obra. Buscaron otras organizaciones zambianas como Sports in Action para que les apoyara desde sus comienzos, aprendiendo desde cero cómo levantar un proyecto de estas características. A través de ellos oyeron hablar de un joven entrenador de Mwandi que voluntariamente estaba entrenando a un equipo de fútbol, pero tanto la falta de material como la escasez de balones y conos (en su lugar utilizaban briks de cerveza), así como las malas condiciones en las que se encontraba el campo, eran una fuente de desmotivación bastante importante.

Los trabajos fueron muy lentos; el objetivo no era invertir dinero e irse con las mismas. Había que construir un proyecto cimentado, apoyado por las personas locales. Con el enorme esfuerzo de entrenadores, vecinos y profesores del colegio de Mwandi, todo empezó a rodar. Además, las donaciones de equipaciones deportivas desde España y el dinero necesario para arreglar el campo fueron una enorme ayuda. Junto al campo de fútbol se levantaron los postes para jugar al netball y se arregló el campo de voleibol.

Desde hace un año, los jóvenes de Mwandi vienen al campo, donde pueden disfrutar de estos tres deportes y del rugby, que está todavía despegando. Pero esto no es solo un pasatiempo, hay mucho más. La concienciación social es la piedra angular del proyecto; el objetivo final es evitar que los vecinos caigan en las drogas y el alcohol e intentar, en la medida de lo posible, sacar a aquellos que ya se han visto inmersos en este mundo.

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Quizás os estaréis preguntando cuál es mi papel aquí. Cuando llegué a Zambia vine con un proyecto asignado, la granja de Maramba, y de rebote acabé en Four Stars Academy. Tengo que confesar que nunca he sido un fan del deporte. De pequeño practiqué todo tipo de deportes (baloncesto, natación, rugby, tenis…), pero no duré mucho. Hacía más de diez años que no tocaba un balón.

Un mes antes de mi llegada, Juan, otro voluntario, había conseguido levantar un equipo de tag rugby (rugby sin contacto) de la nada. Y, de hecho, les inscribió en un torneo a nivel local. Y ahí aparecí yo: asistí al torneo como un espectador más. Pero Juan me dejó a cargo de uno de los dos equipos como entrenador. Al principio pensé que no podría ser capaz de llevar un equipo de niños, tanto por mi escaso carácter deportivo como por mi nula experiencia con grupos de niños.

Sin embargo, sus caras de felicidad, los ánimos de sus compañeros, me hicieron entender la i12345478_940620159365442_5800281781208093224_nmportancia del deporte. Lo que realmente supone para ellos poder jugar al rugby. A los dos días estaba en el campo de Mwandi entrenando a los niños, que con toda la ilusión del mundo salían de clase directos a entrenar. Desde entonces y cada tarde, allí me esperan los chavales deseosos de que saque de mi vieja bolsa deportiva los balones ovalados.

Junto al entrenamiento de rugby, algo que nunca pensé que podría hacer, me dedico a jugar con los mayores y Sofía al voleibol, una de las entrenadoras (y coordinadora de deportes junto a Alvin), que está haciendo un trabajo increíble.

 

Four Stars Academy me ha cambiado. Ha cambiado a Sofía, Nacho, Juan o Alvin. Pero lo que ha hecho por todos estos niños y niñas es algo único. Se ha convertido en un cortafuegos contra los malos hábitos y nos ha enseñado la importancia del trabajo en equipo y del esfuerzo. Este proyecto ha supuesto un cambio y ha acercado un poco más el futuro a las manos de estos niños y niñas. Al fin y al cabo el eslogan de la academia, al que Alvin siempre se refiere, no es otro que “A better future is our dream”.